El Silencio Pélvico
El vaginismo impide tener relaciones sexuales con penetración y, por lo tanto, imposibilita un embarazo. Impide usar tampo- nes. Incluso impide a las mujeres que lo padecen que puedan hacerse revisiones ginecológicas periódicas para sentirse segu- ras. Pero, sobre todo, impide hablar directamente de esta dolencia. En realidad, ni tan sólo sabemos cuántas mujeres sufren vaginismo este país. Sólo sabemos que son demasia- das. Hasta el momento el vaginismo siempre se ha considerado como una enfermedad psicológica que no tiene tratamiento específico, pero para Pilar Pons el vaginismo es una contractu- ra muscular y se puede superar fácilmente con fisioterapia, a veces incluso en pocas sesiones. Pilar Pons trabaja como fisioterapeuta especializada en suelo pélvico desde hace más de veinte años y ha participado en la creación de ANVAG, una asociación de afectadas por vaginismo que reúne a mujeres que han decido hablar para que otras superen este muro de silencio.