Una pequeña joya de uno de los grandes maestros de la literatura rusa

Viazovnín, un hombre de mundo al que la fortuna dejó de sonreír hace tiempo, decide volver a la finca familiar, donde entabla amistad con su vecino Krupitsyn, a pesar de que poco tienen en común: uno es culto y legante, rubio y alto, y el otro, descuidado y poco leído, moreno y regordete. Los dos amigos dejan pasar los días tranquilamente, hasta que Krupitsyn aconseja a Viazovnín que se case y ponga orden en su
vida, y se ofrece para presentarle unas cuantas candidatas que bien podrían merecer su consideración. Pero ¿cómo elegir a la más conveniente? Y, sobre todo, ¿qué supondrá la entrada de un elemento femenino en su amistad, hasta entonces inquebrantable?